El apóstata Jorge Mario Bergoglio Sivori sostiene la blasfemia herética que: "la Sangre de Jesús es pagana".
Y la Bestia abrió la boca para blasfemar contra Dios, para maldecir su nombre y su santuario y a los que viven en el cielo.
Leemos al profeta Daniel 7: 25 que el hombre inicuo blasfema a Dios: Y él hablará mal contra el Excelso (insultará al Dios altísimo), y atropellará los santos del Altísimo, y se creerá con facultad de cambiar los tiempos de las solemnidades, y las leyes o ceremonias, y serán dejadas a su arbitrio todas las cosas por un tiempo, o año, y dos tiempos, y la mitad de un tiempo.
Nos dice el pasaje de Hebreos 10: 28 en la Biblia Félix Torres Amat; que corresponde a la traducción de la Biblia Vulgata al castellano: Pues ahora, ¿cuánto más acerbos suplicios, si lo pensáis, merecerá aquel que hollare al Hijo de Dios, y tuviese por vil e inmunda la sangre divina del Testamento, por la cual fue santificado, y ultrajare al Espíritu Santo autor de la gracia?
Leemos en la Biblia de Jerusalén:
Hebreos 10:29: ¿Cuánto más grave castigo pensáis que merecerá el que pisoteó al Hijo de Dios, y tuvo como profana la sangre de la Alianza que le santificó, y ultrajó al Espíritu de la gracia?
Bergoglio pisotea la Sangre de Cristo.
El Profeta Daniel predijo que el cuerno pequeño, pisotea la verdad. Y que ejecuta con éxito este plan perverso. Porque para ser juzgado en el Juicio final tiene que haber completado su obra inicua. De allí el aparente triunfo de la secta bergogliana.
Los herejes tuercen la Escritura para su propia perdición como leemos en la Segunda Carta de San Pedro 3:16:
Aunque hay en ellas cosas difíciles de entender, que los ignorantes y los débiles interpretan torcidamente – como también las demás Escrituras –para su propia perdición.
Santo Tomás de Aquino, en la Suma Teológica enseña: “Tal es la profesión que el hombre hace con las obras cual es la que hace con las palabras. Y, si en una y otra profesa el hombre alguna falsedad, peca mortalmente”.
Reparemos esta Blasfemia con esta Jaculatoria específica de reparación:
Padre Eterno, por la Preciosísima Sangre de Jesucristo, glorifica Su Santísimo Nombre, según la intención y los deseos de Su Corazón adorable. (El Papa San Pío X, le concedió una Indulgencia de 300 días.)
“El Señor No dejará sin castigo al que tomare en vano su nombre”
San Pablo nos afirma en su carta a los Gálatas 6:7,9
No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra
San Ignacio declaró: ¡Cuán pocos son los que se valen de la preciosa Sangre de Jesús para comprar su salvación!
La Sangre de Jesús que pagó el rescate de nuestra salvación es Preciosísima:
El Sufijo de origen latino -ísimas se emplea para formar el grado superlativo de muchos adjetivos, indicando "en grado sumo, sumamente "
Aquí sólo vamos a explicar brevemente por qué la afirmación de Bergoglio en Colombia es una blasfemia herética, con la esperanza de que algún bergogliano incauto que ha sido engañado por este impostor blasfemo pueda arrepentirse.
La Sagrada Escritura declara que el apóstata por pisotear la sangre de Cristo no se salva, y por haber despreciado la Sangre de Cristo que es el único y último medio de salvación, entonces solo le espera el Castigo Eterno.
Leemos en la Carta a los Hebreos 10:26:
Advertencia al que peca deliberadamente
Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados.
Dentro de los comentarios de la Biblia basada en la Catena Aurea tenemos a Jorge Leo Haydock quien explica este pasaje de Hebreos: Si pecamos voluntariamente. Habla del pecado de la apostasía deliberada de la verdad conocida; después de lo cual, como no podemos ser bautizados de nuevo, no podemos esperar tener esa abundante remisión de pecados, que Cristo compró por su muerte, aplicada a nuestras almas de manera tan amplia como lo es en el bautismo; sino (que de manera que los que así lo hacen) más bien tienen toda clase de razones para esperar un juicio terrible; tanto más, porque los apóstatas (desafiantes) del conocimiento de la verdad rara vez, o nunca tienen la gracia de volver a ella.
Este es el pecado imperdonable de Blasfemia contra el Espíritu Santo cometido por los apóstatas que desafían la Ley de Dios y la Palabra de Dios, y que abiertamente contradicen las Enseñanzas inmutables de la Iglesia Católica.
Tertuliano de Cartago escribió sobre este pasaje de Hebreos:
Pero el mundo volvió al pecado; en cuyo punto el bautismo sería mal comparado con el diluvio. Y así está destinado al fuego; como también lo es el hombre que, después del bautismo, renueva sus pecados.
El Papa Gregorio XVI condenando la Francmasonería escribió: "El mal sale de las Sociedades Secretas, abismo sin fondo de miseria, que esas sociedades conspiradoras han cavado y en las que las herejías y sectas han, por así decirlo, vomitado como en un retrete todo lo que tienen de libertinaje, sacrilegio y blasfemia.
Por las venas de Jesús corre Sangre Divina
Desde el punto de vista médico podemos derrumbar esta blasfemia herética.
La embriología enseña que cada ser humano tiene su propia sangre.
- La Placenta tiene una función de barrera.
La barrera placentaria está compuesta por estructuras que separan la sangre materna de la fetal y su composición varía a lo largo del curso del embarazo.
La barrera placentaria no puede ser atravesada por moléculas grandes, ni por tanto, por células sanguíneas, pero sí puede ser atravesada por algunos tipos de anticuerpos (Las inmunoglobulinas G), por lo que el bebé queda inmunizado frente a aquellos antígenos para los que reciba anticuerpos de la madre.
La embriología nos enseña que no hay intercambio de sangre entre la madre y el embrión.
- La circulación placentaria trae en cercana proximidad a dos sistemas circulatorios independientes, la materna y la fetal.
De hecho, precisamente esta evidencia científica derriba los argumentos abortistas que erróneamente consideran al nonato como parte del cuerpo de la madre.
Cada célula del cuerpo del bebé es genéticamente diferente de cada célula del cuerpo de la madre.
El Bebé tiene su propia sangre que es diferente a la Sangre de la madre.
La sangre de Jesús es de origen Divino.
Bergoglio Blasfemó el Misterio divino de la Encarnación, obra satánica que viene del espíritu del Anticristo.
Bergoglio niega la profesión de la fe católica contenida en el Credo. Es decir que con esta blasfemia herética de Bergoglio hizo un acto de apostasía pública.
Bergoglio está creando una secta parasitaria a nombre de una interpretación herética y cismática del Vaticano Segundo.
Desde el Punto de Vista bíblico y teológico también podemos refutar esta herejía blasfema de Jorge Bergoglio.
Primera Carta de San Pedro 1: 18 y19
Sabiendo que habéis sido rescatados de la conducta necia heredada de vuestros padres, no con algo caduco, oro o plata, sino con una sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin mancilla, Cristo.
La Sangre de Jesús es Divina, este es el misterio de nuestra redención que los paganos como Bergoglio no pueden entender. Por rebelarse contra la Iglesia y contra Dios es que promueve heréticamente, y de manera blasfema el Sacrilegio Eucarístico. Blasfemia que a su vez ataca los dogmas Marianos.
San Agustín nos enseña que: “Todos los errores de los herejes acerca de Jesucristo pueden reducirse a tres clases: los concernientes a su divinidad, a su humanidad, o a ambas a la vez”.
San Agustín nos explica claramente:
Aunque el Señor tomó su cuerpo de la descendencia de Adán, no tomó su pecado; de él tomó el templo de su cuerpo, pero no la maldad, que había de arrojar de ese templo.
En la Santísima Virgen María se rompió la maldición de Eva.
La genealogía de María quien también es descendiente de David no tiene ninguna influencia pagana en la sangre de Jesucristo, por haber sido concebida inmaculadamente sin pecado original.
El Rey David cuando se arrepiente de su pecado de adulterio declaró que nació con el pecado original diciendo que había sido concebido en el vientre de su madre en pecado.
La Escritura nos afirma que es la madre la que le transmite el pecado original a sus hijos. (consulten Job 15:14, Job 14:4)
Salmos 51:5 Mira, pues, que fui concebido en iniquidad y que mi madre me concibió en pecado.
Entonces esta Blasfemia herética de Bergoglio equivale a decir que Jesús heredó en su sangre el Pecado original, lo que es una blasfemia contra el Espíritu Santo, y una negación de los dogmas marianos. Es una negación de toda la fe católica.
Leemos en la Primera Carta de San Juan 3:5 Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados y en él no hay pecado.
Del Evangelio de San Mateo 1:16
Y Jacob engendró a José, esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado el Cristo.
Y el Angel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: he aquí que concebirás en tu seno y parirás un hijo y llamarás su nombre Jesús. Este será grande y se llamará Hijo del Altísimo, y le dará al Señor Dios el trono de David, su Padre: y reinará en la casa de Jacob por siempre, y no tendrá fin su reino».
Las citas que a continuación vamos a compartir son de la Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino.
En ella leemos al Griego:
Dice, pues: «Tú lo llamarás». No el padre, porque carece de padre en cuanto a la generación humana, así como carece de madre respecto de la generación divina.
Orígenes:
Dice, pues: «Bendita tú entre las mujeres». Ninguna fue jamás tan colmada de gracia, ni podía serlo, porque sólo ella es Madre de un fruto divino.
Tito Bostrense:
Por eso dice claramente el evangelista que se cumplió el tiempo de la purificación, según la ley. Y en verdad que no tenía necesidad la Santísima Virgen de esperar los días de su purificación, porque, habiendo concebido por obra del Espíritu Santo, se vio libre de toda mancha.
Beda:
Digno principio de la restauración humana ha sido que se enviare por Dios un Ángel a la Virgen, que había de ser consagrada con un parto divino. Porque la primera causa de la perdición humana fue que la serpiente fuese enviada a la mujer por el espíritu de la soberbia. De aquí se sigue, que el Ángel fue enviado a una virgen.
San Agustín:
Sólo la virginidad pudo decentemente dar a luz a Aquel que en su nacimiento no pudo tener igual. Convenía, pues, que nuestro Redentor naciese, según la carne, de una Virgen por medio de un milagro insigne para dar a entender que sus miembros debían nacer de la Iglesia virgen, según el espíritu.
San Jerónimo:
Con razón se envía un ángel a la Virgen, porque la virginidad es afín de los ángeles. Y ciertamente, vivir en carne fuera de la carne, no es una vida terrestre, sino celestial.
La Glosa:
Después de todas las generaciones, el evangelista pone la generación de José, por virtud de la cual se insertan todas las otras, diciendo: «Y Jacob engendró a José».
Hermano católico no te dejes engañar por este perverso enemigo de Dios y de nuestra Iglesia. No te hagas cómplice ni de él ni de sus secuaces. Huye de esas iglesias que han sido tomadas por los herejes modernistas bergoglianos.
No te quedes callado. Defiende nuestra fe. Recuerda que los cobardes tampoco heredarán el Reino de los Cielos.
San Jerónimo recriminó a un blasfemo diciéndole:
“¿Por qué ofendes a Dios? “Los perros ladran en defensa de sus dueños, y ¿me callaría yo cuando oigo blasfemar el nombre de mi Dios? ¡ Podré morir, pero no callar!
“Si soportar las injurias que nos alcanzan personalmente (y respetar a las personas que las profieren) es un acto virtuoso, soportar las que atañen a Dios es el colmo de la impiedad” (Santo Tomás de Aquino)
Nos enseña San Francisco de Sales: “Los enemigos declarados de Dios y de la Iglesia deben ser atacados y censurados con toda la fuerza posible. La caridad obliga a gritar al lobo cuando un lobo se ha deslizado al medio del rebaño y aún en cualquier lugar que se lo encuentre”.
San Anselmo advirtió: “Si quieres estar seguro de estar en el número de los elegidos, esfuérzate de ser uno de los pocos, no de la mayoría. Y si quieres estar seguro de tu salvación, esfuérzate de estar entre la minoría de los pocos… No sigas a la gran mayoría de la humanidad, sino sigue a los que entran por la senda estrecha, que renuncian al mundo, que se entregan a la oración, y que nunca relajan sus esfuerzos, ni de día ni de noche, para poder alcanzar la bienaventuranza eterna.
Leemos en Judas 1:18 y 19
quienes os decían: En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus propias pasiones impías. Estos son los que causan divisiones; individuos mundanos[sensuales] que no tienen el Espíritu.
Estos tienen un mismo designio (estarán de acuerdo), y entregarán a la bestia sus fuerzas y poder.
Estos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, siendo como es el Señor de los señores y el Rey de los reyes, y los que con él están son los llamados, los escogidos y los fieles.
Es decir que cuando los miembros de la secta apóstata bergogliana les dicen a los sacerdotes para presionarlos y silenciarlos que no sean divisivos, si ellos callan la Verdad, se están uniendo a la herejía de Bergoglio, y a su rebelión contra Dios; ya sea de manera directa o indirecta. San Juan Crisóstomo enseña que: El Mal Pastor huye no sólo corriendo, sino también callando.
Incluso muchos laicos bergogliano se han unido a esta rebelión contra Dios de manera pasiva o activa.
Quedarse neutral es unirse al Mal.
Como lo explicó el Arzobispo Fulton Sheen:
“La negativa de tomar partido en las grandes cuestiones morales es en sí misma una decisión. Se trata de un consentimiento silencioso con el mal, (de una aquiescencia silenciosa, de una unión con el mal). La tragedia de nuestro tiempo es que los que todavía creen en la honestidad carecen de fuego y convicción, mientras que los que creen en la deshonestidad están llenos de apasionada convicción.”―
Apocalipsis 22:14 y 15Bienaventurados los que lavan sus vestiduras en la sangre del Cordero, para tener derecho al árbol de la vida y a entrar por las puertas de la ciudad santa.Queden fuera los perros, y los hechiceros, y los deshonestos (impuros, fornicarios), y los homicidas, y los idólatras, y todo aquel que ama y practica la mentira.
'Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo' - San Mateo 24:13
Pidamos en el nombre de su preciosa sangre el don de la perseverancia final.
Oración de Petición
Señor Jesucristo, que descendiste del cielo a la tierra desde el seno del Padre, y derramaste tu Preciosa Sangre para la remisión de nuestros pecados: humildemente te suplicamos, que en el día del juicio merezcamos oír, de pie ante Tu diestra: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo". Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
(Misal Romano: Indulgencia de 5 años)
No hay comentarios:
Publicar un comentario