martes, 24 de junio de 2025

Los vicios (homosexuales) contra la naturaleza también son contra Dios: Santo Tomás de Aquino

 



¿Qué dice el Doctor Angélico sobre el pecado de sodomía? Santo Tomás de Aquino lo considera incalificable, porque cometer el pecado contra natura hace que el hombre se degrade incluso más allá de su naturaleza animal.


Este es el tono severo que siempre adoptaron los Doctores de la Iglesia con respecto a este vicio, hasta la entrada en escena del Concilio Vaticano II y sus tolerantes posturas sobre la moral.

Santo Tomás de Aquino

"Se llaman pasiones de ignominia (los pecados contra la naturaleza) porque no son dignas de ser nombradas, según aquel pasaje de Efesios 5:12: 'Porque es vergonzoso aun hablar de las cosas que hacen en secreto'.

«Pues si los pecados de la carne son comúnmente censurables porque conducen al hombre a lo que es bestial en él, mucho más lo es el pecado contra la naturaleza, por el cual el hombre se degrada incluso por debajo de su naturaleza animal» ( Super Epistulas Sancti Pauli Ad Romanum I, 26, pp. 27-28).

En la Summa Theologiae , Santo Tomás explica que cuando se viola el orden de la naturaleza, se inflige una lesión a Dios, el Autor de la naturaleza, lo que hace que el pecado homosexual sea aún más grave:

«Así como el orden de la recta razón procede del hombre, así también el orden de la naturaleza proviene de Dios mismo: por lo tanto, en los pecados contra la naturaleza, por los cuales se viola el orden mismo de la naturaleza, se inflige una lesión a Dios, el Autor de la naturaleza».

Por eso dice Agustín ( Confes . 3, 8): «Esas infames ofensas contra la naturaleza deberían ser detestadas y castigadas en todo tiempo y lugar, como las del pueblo de Sodoma, que si todas las naciones las cometieran, serían culpables del mismo delito, según la ley de Dios, que no creó a los hombres de tal manera que se abusaran unos a otros.

Porque incluso esa misma relación que debería existir entre Dios y nosotros se viola cuando esa misma naturaleza, de la que Él es el Autor, se contamina con la perversidad de la lujuria.» (II, II, q. 154, a. 12)

Apud Atila S. Guimaraes,
TIA, 2004, pp. 26-27


San Agustín en sus famosas confesiones condenó el vicio de la homosexualidad:

Así pues, todos los pecados contra naturaleza, como fueron los de los sodomitas, han de ser detestados y castigados siempre y en todo lugar, los cuales, aunque todo el mundo los cometiera, no serían menos reos de crimen ante la ley divina, que no ha hecho a los hombres para usar tan torpemente de sí, puesto que se viola la sociedad que debemos tener con Dios cuando dicha naturaleza, de la que él es Autor, se mancha con la perversidad de la libídine. (San Agustín. Las Confesiones, L. III, c.8, n.15)

 San Agustín en su obra De Adulterin. Coniugiis : De todos éstos, es decir, de los pecados pertenecientes a la lujuria, el peor es el que va contra la naturaleza.

2 Pedro 2:6 Dios también condenó a la destrucción a las ciudades de Sodoma y Gomorra, quemándolas hasta dejarlas hechas cenizas, para que sirvieran de ejemplo de lo que habría de suceder a los malvados (poniéndolas para escarmiento de los que vivirán impíamente).

1 Timoteo 1:9-10
 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina.

SUMA TEOLÓGICA

IIa-IIæ

CUESTIÓN 154

LAS ESPECIES DE LA LUJURIA

El pecado contra la naturaleza, ¿es una especie de la lujuria?

Objeciones por las que parece que el pecado contra la naturaleza no es una especie de la lujuria:

1ª. En la anterior enumeración de las especies de lujuria no se menciona el vicio contra la naturaleza. Luego no es una especie de lujuria.

2ª. La lujuria se opone a una virtud, y como tal queda incluida bajo la malicia. Pero el vicio contra la naturaleza no está contenido bajo la malicia, sino bajo la bestialidad, según atestigua Aristóteles, en VII Ethic. Luego el vicio contra la naturaleza no constituye una especie de lujuria.

3ª. La lujuria tiene como materia propia actos ordenados a la generación humana. Pero el vicio contra la naturaleza se refiere a actos de los que no puede seguirse la generación. Luego no es una especie de la lujuria.

Contra esto está el pasaje de II Cor., 12, 21, donde figura el vicio contra la naturaleza al enumerar otras clases de lujuria: No hicieron penitencia de su inmundicia, de su fornicación y su lascivia; sobre lo cual comenta la GlosaInmundicia, es decir, lujuria contra la naturaleza.

Respondo que existe una determinada especie de lujuria en la que hay una razón de torpeza que hace que el acto venéreo sea malo.

Esto puede darse bajo un doble aspecto.

En primer lugar, porque choca contra la recta razón, como sucede en todo vicio de lujuria.

En segundo lugar, porque se opone también al mismo orden natural del acto venéreo apropiado a la especie humana, y entonces se llama vicio contra la naturaleza.

Esto puede suceder de varios modos.

Primero, si se procura la polución sin coito carnal, por puro placer, lo cual constituye el pecado de inmundicia, al que suele llamarse molicie.

En segundo lugar, si se realiza el coito con una cosa de distinta especie, lo cual se llama bestialidad.

En tercer lugar, si se realiza el coito con el sexo no debido, sea de varón con varón o de mujer con mujer, como dice el Apóstol en Rom., 1, 26-27, y que se llama vicio sodomítico.

En cuarto lugar, cuando no se observa el modo natural de realizar el coito, sea porque se hace con un instrumento no debido o porque se emplean otras formas bestiales y monstruosas antinaturales.

A las objeciones:

1ª. En la objeción se enumeran las especies de lujuria que no se oponen a la naturaleza humana; por eso no se alude al vicio contra la naturaleza.

2ª. La bestialidad se distingue de la malicia, que se opone a la virtud humana en cuanto a un exceso acerca de la misma materia. Por eso puede incluirse en el mismo género.

3ª. El lujurioso no busca la generación humana, sino el placer venéreo, que puede experimentarse sin realizar actos de los cuales se sigue la generación. Y esto es lo que se busca en el vicio contra naturaleza.




Santa Caterina de Siena y San Bernardino de Siena, llegaron a afirmar que la sodomía es el pecado más grave después del pecado en contra del Espíritu Santo, sin embargo, si se practica la sodomía persistentemente, en violación de los mandamientos de Dios, también se convierte en un pecado en el cual no hay perdón: “… Los que cometen el pecado maldito contra la naturaleza, son tales como los tontos y los ciegos, después de haber eclipsado a la luz de su inteligencia, no se dan cuenta del hedor y la miseria en la que están …” (Santa Catalina de Siena, el diálogo de la Divina Providencia, cap. 124)


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