lunes, 18 de diciembre de 2023

La maldición divina cae sobre el cismático lobby gay de Bergoglio, que desafía abiertamente la Ley Natural Divina, para promover el vicio de la sodomía y la parodia satánica del sacramento matrimonial

 

Santa Hildegarda: La homosexualidad es la suprema ofensa contra Dios


Santa Hildegarda: “El Hombre de Pecado estará totalmente lleno de pecados, será reconocido como el más cruel Hijo de Perdición, ya que será inmoral en todo y enseñará a los hombres cosas contrarias a Dios... Abrirá su boca para predicar la contradicción".



El sello de la Bestia. 

Son satánicas las pseudo-bendiciones  bergoglianas que abiertamente contradicen la Palabra de Dios. Es imposible un 'bendición' para los que obstinadamente desafían las Leyes de Dios y pisotean la Sangre de Cristo.


13 Y ésta es la confianza que tenemos en él, que cualquier cosa que le pidiéremos conforme a su divina voluntad, nos la otorga.

14 Y sabemos que nos otorga cuanto le pedimos, en vista de que logramos las peticiones que le hacemos.

15 El que sabe que su hermano comete un pecado que no es de muerte, ruegue por él, y Dios dará la vida al que peca no de muerte. Hay un pecado de muerte, no hablo yo de tal pecador cuando ahora digo que intercedáis.

16 Toda prevaricación es pecado, mas hay un pecado que acarrea sin remedio la muerte eterna.

17 Sabemos que todo aquel que es hijo de Dios, no peca, mas el nacimiento que tiene de Dios por la gracia le conserva; y el maligno espíritu no le toca. 

1 Juan 5 - Biblia Torres Amat 1825


Santo Tomás de Aquino
La Iglesia prohíbe el trato con los herejes
Prohíbe la Iglesia a los fieles el trato con los infieles que se apartan de la fe recibida, sea corrompiéndola, como los herejes, sea abandonándola totalmente, como los apóstatas. Contra unos y otros, en efecto, dicta la Iglesia sentencia de excomunión. (San Tomás de Aquino. Suma Teológica, II-II, q. 10, a. 9)

Card. Pell: «la comunión para los divorciados vueltos a casar es solo la punta del iceberg, el caballo de Troya, ellos quieren cambios más amplios, el reconocimiento de las uniones civiles, el reconocimiento de las uniones homosexuales»



El nuevo documento del apóstata Jorge Mario Bergoglio permite al clero apóstata bendecir a cualquier pareja homosexual, en contradicción con la inmutable enseñanza católica de que la Iglesia no puede bendecir las relaciones pecaminosas.




Satanistas: “El matrimonio homosexual es un 'sacramento' satánico.”







Esta secta apóstata  también blasfeman, acusando a Dios de ser no ser misericordioso porque la Ley de Dios condena a los sodomitas al infierno. Las Escrituras también llaman engañador al falso profeta porque, como la astuta serpiente, guía a los homosexuales impenitentes a la desobediencia y la rebelión contra Dios, ocultándoles la sentencia de muerte eterna.


El Hijo de la Perdición según Santa Hildegarda:

"La excelencia de la Iglesia será dispersada y la verdadera fe pisada [ ... ] desde su primera aparición, el Hombre del Pecado estará totalmente lleno de pecados, será reconocido como el Hijo de la Perdición más cruel, ya que será inmoral en todo y les enseñará a los hombres cosas contrarias a Dios  [ ... ] será hostil a todos los que adoran Dios y se pondrá por encima de todas las criaturas, denominándose Dios y ordenando ser adorado como Dios"

El Anticristo emboscará sus doctrinas en el deseo sexual; afirmará que la impureza y delitos parecidos no son pecados [ ... ] el desgraciado Hijo de la Perdición engañará a los hombres, enseñándoles a vivir según el gusto ardiente de la carne y a consentir en todo deseo carnal.
El diablo ha tenido a seguidores en el Antiguo Testamento y los tiene en el Nuevo. De los saduceos se derivan los herejes que niegan la creación de los primeros vivientes, pero el error de éstos es peor, ya que es la negación absoluta de Dios en la creación y en las almas. Todos ésos adorarán al Hombre de la Perdición y, abandonando la fe de Dios omnipotente, proclamarán que no hay ningún obstáculo en desobedecer sus preceptos.

Atraerá a la gente dándole completa libertad de dejar de observar todos los mandamientos divinos y eclesiásticos, perdonándole sus pecados y exigiendo que sólo  crean en su divinidad ...Concederá libertad total de los mandamientos de Dios y de la Iglesia y permitirá que todos vivan según sus pasiones... Se esforzará por hacer que la religión sea conveniente. Dirá que no es necesario ayunar ni amargarse la vida con renunciación.


Abuso de la misericordia de Dios.




Santa Hildegarda Scivias 78. Dios juzgará a todos los perpetradores de fornicación, sodomía y bestialidad.


Abusar de la misericordia de Dios como excusa para seguir pecando

San Alfonso María de Ligorio advierte:

“Cierto autor indicaba que el infierno se puebla más por la misericordia que no por la justicia divina; y así es, porque, contando temerariamente con la misericordia, prosiguen pecando y se condenan. Dios es misericordioso. ¿Pero, quién lo niega? Y, a pesar de ello, ¡ a cuántos manda hoy día la misericordia al infierno! Dios es misericordioso, pero también justo, y por eso está obligado a castigar a quien lo ofende. Él usa de misericordia con los pecadores, pero sólo con quienes luego de ofenderle lo lamentan y temen ofenderlo otra vez: Su misericordia por generaciones y generaciones para con aquellos que le temen (Lc 1, 50.), cantó la Madre de Dios. Con los que abusan de su misericordia para despreciarlo, usa de justicia. El Señor perdona los pecados, pero no puede perdonar la voluntad de pecar. Escribe San Agustín que quien peca con esperanza de arrepentirse después de pecar, no es penitente, sino que se burla de Dios (“Irrisor est, non poenitens”). El Apóstol nos advierte que de Dios no se burla uno en vano: De Dios nadie se burla (Gálatas 6:7). Sería burlarse de Dios ofenderlo como y cuanto uno quiere y después ir al cielo” (Sermón 32, Ilusiones del pecador).


Revelaciones Celestiales a Santa Brígida:  

Dicen que soy misericordioso, y casi ninguno cree que soy Juez que juzgo justamente
“Aquel noble ejército real que viste, es la Santa Iglesia que edifiqué con mi Sangre y con la de mis Santos. Y con mucha caridad junté y puse en ella a mis escogidos y amigos. El fundamento de esta Iglesia es creer que soy Justo Juez y misericordioso, pero este fundamento lo han derribado y aportillado el muro, porque todos dicen que soy misericordioso, y casi ninguno cree que soy Juez que juzgo justamente. Me tienen por mal Juez, como lo sería el que de misericordia soltase y diese por libres a los culpados, para que afligiesen más a los inocentes. Pero se engañan, porque aunque misericordioso soy Justo Juez, de tal manera que ni aún el más mínimo pecado dejaré sin castigo, ni el más pequeño bien sin remuneración. Por esta mina y portillo que hicieron en el muro, han entrado en la Iglesia todos aquellos que sin temor alguno me ofenden; y con esto afirman que no soy Justo Juez; y de tal manera maltratan a mis amigos, que les sujetan con cepos como si fueran malhechores. Para mis amigos no hay día bueno, ni consuelo alguno, todo es afligirlos como si fueran unos malvados. Si hablan la verdad que de Mí han aprendido, se la reprueban y les dicen que son engañadores y mentirosos; desean hablar y oír lo que es justo y recto, pero, ni hay quien se lo oiga ni quien se lo diga. Y lo peor es que siendo Yo el Señor absoluto y Criador de todas las cosas, Soy blasfemado, pues dicen los malos: 'No sabemos si hay Dios, y aunque lo haya, nada nos importa'. Echan por los suelos mi bandera, y la pisan diciendo: '¨Por qué padeció Jesucristo muerte? ¨que nos aprovecha a nosotros? Haga lo que nosotros queremos, que eso basta, y no queremos su reino: téngaselo y gócelo El'". Deseo hallar entrada en el alma de estos tales, y ellos dicen: 'Antes moriremos que dejemos de hacer nuestra voluntad'.

“Ves aquí, querida esposa, cuáles son los pecadores. Yo los hice con solo una palabra, y con solo otra pudiera destruir tanto a ellos como a su soberbia. Pero por los ruegos de Mi Madre y de todos los Santos, los consiento y sufro y los quiero convidar con la paz. Si la admitiesen los perdonaré; y si no, los castigaré con rigor en presencia de los ángeles y de los hombres como a ladrones públicos, y todos dirán que es justo el castigo que se les da. Y como a los ahorcados, que después de muertos y hechos cuartos, los ponen por los caminos y vienen los cuervos y les pican y comen, así éstos serán comidos por los demonios, más nunca serán consumidos. Y como están metidos de pies en un cepo no hallan allí descanso ni sosiego, así estarán ellos cercados de temor y congoja. Un río de fuego entrará por su boca, y aún quedará en ellos vacío para nuevos y mayores castigos cada día. Pero, mis queridos amigos serán salvos y se consolarán con las palabras que salen de mis labios, y verán mi justicia y mi misericordia. Los armaré con el arnés fuerte de un amor y caridad, y de tal manera quedarán vigorosos, que postrarán en el suelo a los blasfemos y malos, como si fueran un poco de barro, y quedarán estos corridos y avergonzados, experimentando mi justicia, porque abusaron de mi paciencia” (Celestiales revelaciones..., págs. 41-43).


En 1986, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida entonces por el cardenal Ratzinger, emitió un documento de instrucciones a los obispos sobre la pastoral que han caído en el pecado de la homosexualidad. (con atracción al mismo sexo). En el cual, la congregación advirtió a los obispos  asegurarse de “manifestar claramente que la actividad homosexual es inmoral.”
La instrucción añade,  “Pero queremos dejar en claro que la desviación de las enseñanzas de la Iglesia, o el silencio al respecto, en un esfuerzo por proporcionar cuidado pastoral  no es ni cuidado ni es pastoral. Sólo lo que es verdadero puede ser en última instancia pastoral. El abandono de la posición de la Iglesia impide que las personas atraídas al mismo sexo reciban la atención que necesitan y merecen.”


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